1
Utilizar alimentos que en su estado natural no contengan gluten: leche, carne, pescado, huevos, verduras, hortalizas, frutas, etc.
2
Evitar productos manufacturados o manipulados por la industria.
3
Toda materia prima que se utilce en la elaboración de productos sin gluten debe ser a su vez totalmente exenta de gluten.
4
Evitar el riesgo de contaminación cruzada durante la manipulación y el cocinado de los alimentos, ya que un alimento sin gluten puede contaminarse con el gluten procedente de otro alimento.
5
No utilizar aceite que se haya utilizado previamente para freir alimentos con gluten.
6
No elaborar simultaneamente platos con y sin gluten, empezar siempre por el plato sin gluten.
7
Almacenar los alimentos sin gluten separados de los que contienen gluten.
8
Etiquetar correctamente los productos ‘sin gluten’ para evitar confusiones y contaminaciones.
9
Limpiar correctamente las superficies de trabajo.
10
Extremar las medidas de limpieza en los utensilios para cocinar, mezclar, servir, colar, etc.
11
Evitar la contaminación a través de la ropa de trabajo o de las manos; estas deben estar bien limpias.
12
Un plato elaborado con un ingrediente con gluten es un plato contaminado. No sirve retirar el ingrediente con gluten.
13
ANTE LA DUDA DE SI UN PRODUCTO CONTIENE GLUTEN, ¡NO LO UTILICE!